Tuesday, July 24, 2018

Idolos del recuerdo (I): Miki Berkovich

Llevaba tiempo queriendo escribir sobre mis ídolos deportivos
de juventud, especialmente aquellos de los que no se encuentren miles de páginas,
o aunque las hubiera de aquellos que la visión de un crío que era entonces
tenga sus aspectos peculiares, traspasados o no a mis opiniones actuales, y me atraía
empezar por Miki Berkovich, la gran estrella histórica del baloncesto israelí,
y del Maccabi, que por entonces era absolutamente lo mismo.




imagen de flickr de Stephanie Comfort




Mis primeros recuerdos del baloncesto en aquellos años 80,
se centran además de la final de Los Angeles (esa que no sabemos si vimos o
soñamos por las horas) en el Real Madrid, que era prácticamente a lo único que
tenía acceso en aquella televisión de la época, especialmente los partidos con
el Barcelona, el torneo de navidad y los duelos europeos, con aquellos extraños
sistemas de liguillas semifinales, en donde los grandes rivales eran el Milan,
la Cibona y el Maccabi, cuyo atractivo estaba en lo exótico que parecía Israel
en aquel mundo que todavía ni soñaba con la globalización.

En el Maccabi destacaba sobre todo la figura de Miki
Berkovich, no solo por la dureza como rival, sino por que allí tenía un aire de
ídolo, un pequeño semidiós que se entretenía jugando, y años después esa
adoración supuso incluso una sombra aún más alargada que su presencia para sus
herederos, con un Dorom Jamchi que nunca respondió a las expectativas.

Cierto que también tenían americanos, pero la estrella y
quien marcaba el ritmo de la respiración del equipo y del pabellón era Berkovich.

Lo gracioso es que allí según las entrevistas a jugadores
del Madrid en la calle reverenciaban a las estrellas rivales, y gente como
Brabender o Corbalan eran tratados como estrellas de rock, pero luego en la
pista todo se transformaban y enloquecían furiosos, capaces de cualquier encerrona
para ganar, y solían hacerlo por que además eran muy buenos


Para hacernos una idea de lo buenos que eran en el 78, ya
lograron derrotar a los Washinton Bullets (actuales Wizards), en el 80 a un
combinado de jugadores NBA, y redoblando la dificultad en el 84 a los Phoenix
Suns y a los New Jersey Nets, solo que estos partidos quedaron en la oscuridad
sin publicidad en los medios y antes de internet.


En estos dos enlaces Javier Gancedo relata estos episodios que la NBA prefiere no recordar y que obviamente en aquellos años ninguno conocimos:
Expedientes x (I)
Expedientes X (II)



Berkovich y Tal Brody con la copa de Europa del 77 (Foto: Shmuel Rahmani)





El baloncesto en Israel es una anomalía constante dentro del
panorama europeo, más allá de las eternas discusiones de si debería formar
parte o no de FIBA Europa, e independientemente de cualquier debate que pueda
teñirse de política (y ya es difícil apartarla por completo hablando de
Israel), ha sido uno de los grandes actores en la evolución del basket
continental.

Internamente han sido objeto de una tiranía casi constante
del Maccabi Tel-Aviv, aunque en esta década está en su peor momento, perdiendo
por ahora más ligas de las que ha ganado en los 2010’s.

Cierto que con el nuevo sistema de la euroliga y el exceso
de partidos ahora descuidan su propia casa, pero entonces podían centrarse y
arrollaban con mayor constancia incluso de lo que hacía el Madrid en España.


Miki Berkovich era un ala anotador de otra época, cuando no había
línea de tres, y los espacio escaseaban, (de hecho por entonces solía haber dos
alas, mezclando el 2 y el 3, y dos pivots, mezclando el 4 y el 5). Al estilo de
aquellos especialistas podía tirar de lejos si necesitaba hacerlo con margen de
espacio, pero la tendencia era la media distancia para intentar aumentar los
porcentajes, chocar con los aleros rivales y buscar la batalla evitando a los
pivots.


Inicialmente era más penetrador que tirador, con un físico trabajado
a niveles poco habituales en la época que le permitían mayores contactos, pero
pronto empezó a mejorar su tiro a base de largos entrenamientos, pero sobre
todo era un anotador de tiros decisivos, de los que clavan el colmillo cuando
ven sangre, y rara vez fallaba un tiro de último segundo.

Parece un pauta de la época, las grandes estrellas además de
finos estilistas debían bajarse al barro, y para que américa se fijara en ti y
pasaras sus pruebas debías ser capaz de superar a un cuerpo de marines en
combate.


Por entonces no llegaban esas informaciones a los
aficionados de calle, pero se trataba de uno de los pocos que tuvieron la oportunidad
de ser reclamados por la NBA, tras pasar un año en UNLV y volver a Europa jugo
un campamento de verano, en aquellos años que eran la guerra y super-exclusivos
para los europeos no como ahora que parece que regalan las invitaciones a todo
el que sea capaz de meter dos tiros libres seguidos.

El caso es que sus relatos de aquel campamento de
entrenamiento parecen más una película del Vietnam y encajan con los relatos de
otros jugadores de la época como Fernando Martin, que hablan de dureza extrema,
y también como nuestro Fernando supero la prueba y fue aceptado, con ofertas de
Atlanta y New Jersey, pero el Maccabi no le dejó llegando el asunto a los
tribunales, que impidieron su marcha de forma paternalista, con el juez diciéndole
según las crónicas (y las entrevistas a Berkovich): "Miki, sigo tu carrera, aquí eres una superestrella. Allí serás uno más. No puedo dejar que te vayas, pero sí ordenar que te doblen el sueldo".


Como suele suceder casi todo lo que pasaba en aquellos años
parece increíble hoy en día.





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